Ese estrés y ansiedad nos llevó a tocar fondo y comenzar a buscar respuestas en internet.
Quisimos encontrar nuestro anhelado propósito en los libros, cursos, eventos y mentores… pero no lo encontramos y lo peor, cada vez nos sentíamos menos preparados.
¿De verdad nosotros NO teníamos un don, un sentido de vida?
Menuda sensación de mierda, ¿a ti también te ha pasado?
Después de muchos años, a través del Eneagrama, descubrimos dentro de nosotros lo que estábamos buscando fuera.
A partir de ese momento nuestra vida encontró su propio propósito.